dijous, 6 de novembre del 2008

Don Quijote


Caballero de la juventud inmortal:

a los cincuenta años se dejó arrastrar

por su idea, que latía en su pecho.
Una mañana de julio salió a la conquista

de lo bello, lo recto, lo justo.
Ante sí, el mundo

con sus gigantes tontos y mulos.
Debajo, Rocinante.
Triste, pero heroico.
Yo lo sé, si por azar cayeras en la pura nostalgia

y tienes además un corazón más blando que la nieve,

no habrá más caminos, Don Quijote mío, no habrá más caminos.
Hay que luchar con los molinos.
Tienes razón.
Sin duda, tu Dulcinea es la mujer más bella de la tierra.
Sin duda hay que gritarlo a la cara de los hipócritas.
Te arrojarán a tierra.
Te apalearán ferozmente.
Pero tú, paladín invencible de nuestra sed,

seguirás ardiendo como una llama

firme dentro de tu coraza de hierro.
Y Dulcinea se volverá doblemente más bella.

2 comentaris:

Ana Blanco ha dit...

Realmente es un reto, un gran reto para nosotras...
Me gusta el poema, siempre es bueno empezar con bonitas palabras!

Sara ha dit...

Interesante forma de comenzar el blog, no me he leído atentamente el texto, pero lo haré en un futuro muy próximo. Nos vemos por clase!:)